¿Hasta qué punto el amor es suficiente?

Seguramente todas/os hemos escuchado alguna vez a algún amigo/a quejándose de su relación. Los novios y esposos "celosos" son el pan de cada día en todo el mundo (las mujeres también, funciona de igual manera, sólo que para asignarle sexo, hablaremos en masculino). "No me deja..." salir con mis amigas. Yo creo que son muy pocas las personas que se dan cuenta de que la frase "no me deja", no es propia de una matrimonio, de un esposo, sino de un padre. Sin embargo, seguimos comportándonos como si le debiéramos nuestra individualidad a esa otra persona que llegó, no para compartir, sino para dominar.

Sin embargo, estamos tan enamorados, tan acostumbrados a esa nueva relación que ya no nos preguntamos si debemos seguir ahí. En nuestro interior queremos creer que esa persona sí nos conviene aún, sí debemos seguir con ella y sí debemos aguantar todo. ¿Por qué? Porque aún nos amamos.

Si bien es cierto, uno de los sentimientos más fuertes que existen es el amor, son muy pocas las personas que por voluntad propia han decidido no vivir en pareja. Para los demás, esta búsqueda incansable no termina nunca. Así que entre tanto creemos que estamos con la persona correcta, aguantamos muchas veces todo tipo de vejaciones.

"Mi novio me ignora", "mi esposo no me deja vestirme de tal o cual forma", "mi novio no quiere que vea a mis amigos". Este tipo de cosas, van quitándole a la persona su individualidad, a tal grado de que ya no es Alejandra, o Perla o Lucía, más bien, termina siendo "la novia de...", "la esposa de...". La autorización del novio o marido se vuelve la prioridad, y el deseo propio se desecha automáticamente.

Es importa identificar si estamos en una relación agresiva, enfermiza para, sólo así, atrevernos a pedir ayuda. No todos los noviazgos tendrán que romper, no todos los matrimonios tendrán que terminar en divorcio. Pero sí es importante tener claro hasta donde llegar. Un psicólogo muy famoso dice: "El amor no basta". Exacto, no basta sólo el amor, falta el respeto, la tolerancia, el respeto a la individualidad del otro. Si falta eso, es importante considerar si es sano para nosotros seguir o no en una relación así.